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Antes de nada, me gustaría mencionar que todas las imágenes han sido dibujadas por mí.

(Exceptuando las utilizadas en los temas extra)

Todo está estructurado en el orden que a mí me parece el ideal para aprender los distintos aspectos que abarca esta página web. Sin embargo, los puedes leer en el orden que a ti te guste más. Solo tienes que buscar el tema que quieras en este índice y dirigirte a su página correspondiente.

Además, al final de cada uno de ellos podrás encontrar una pequeña sección en la que hablo de algún tema que me resulte interesante o curioso.

Sin embargo, el tema introductorio no es un tema en sí. Más bien, es como un glosario que puedes consultar si te sale alguna palabra en los temas principales como “mitocondria” o “tejido epitelial”, por lo que puedes saltártelo y volver a él cuando lo necesites.

Antes de empezar a hablar de los distintos sistemas, quiero que quede bien clara una cosa: Todos los sistemas del cuerpo se solapan entre sí y son interdependientes. En la gran mayoría de los libros sobre el cuerpo humano que he leído no se hace mucho hincapié en este detalle, y como a mí me parece tan importante, quiero dedicarle unos cuantos párrafos a este tema.

 

Para que puedas entender esto más fácilmente, vamos a pensar un poco. Piensa en una parte del cuerpo, como por ejemplo, un hueso. ¿A qué sistema pertenece? Seguro que has pensado que forma parte del sistema esquelético o algo por el estilo, ¿no? Pues no es incorrecto, pero hay muchas otras respuestas posibles. Por ejemplo, se podría decir que forma parte del sistema circulatorio y del inmunitario porque los glóbulos rojos y blancos se crean en la médula ósea, o que pertenece al sistema endocrino por la función que tienen las hormonas secretadas por las células óseas en nuestro metabolismo.

 

Ahora, en lugar de centrar nuestra atención en una parte concreta del cuerpo, vamos a generalizar un poco más y a fijarnos en la relación entre los sistemas. Hipotéticamente hablando, ¿qué pasaría si no tuviéramos sistema circulatorio? Pues otros sistemas, como el endocrino, el respiratorio o el digestivo, no podrían distribuir hormonas, oxígeno y nutrientes a las células del organismo, por ejemplo. En el caso de que fuera el sistema nervioso el que faltara, no se podría modular la dilatación de los vasos sanguíneos para que la suficiente sangre alcance distintas partes del cuerpo, ni tampoco coordinar los músculos de las extremidades.

 

En resumen, ninguno de estos sistemas puede funcionar de forma independiente. Por eso, por mucho que escriba en las próximas páginas que el hígado forma parte del aparato digestivo, más adelante puedo mencionarlo cuando esté hablando del endocrino (digo el hígado como ejemplo, claro, esto se puede aplicar a cualquier otra parte del cuerpo). 

Dicho esto, te dejo con tu lectura. ¡Espero que te guste!

© Proyecto Personal PAI por María García Llarena. Creado utilizando Wix.com

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