El sistema nervioso
Para poder empezar a hablar del sistema nervioso en general, lo primero es conocer su unidad anatómica y fisiológica: la neurona. A través de las neuronas se transmite información mediante una corriente de naturaleza eléctrica denominada corriente nerviosa.
Las neuronas son las células más especializadas de todo el organismo, y su capacidad de reproducción es muy limitada. Se dividen en las partes señaladas en el dibujo.
Las neuronas tienen la capacidad de generar y transmitir corrientes de naturaleza eléctrica denominada corrientes nerviosas. Mediante los impulsos nerviosos, las neuronas envían información de unas a otras; de forma que cuando una recibe un estímulo, unos cambios eléctricos se originan en su membrana y la recorren desde las dendritas hacia el axón.
La velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos en los mamíferos es de entre 30 y 120 metros por segundo, de forma que las respuestas son casi inmediatas.
Para que el impulso nervioso se transmita entre las neuronas, estas deben estar conectadas de alguna forma. A estas conexiones se les llama sinapsis, y de localizan entre el extremo final del axón de una neurona y la dendrita de la contigua.
Sin embargo, la sinapsis no es una conexión física entre las neuronas, ya que entre ellas existe un hueco denominado brecha o hendidura sináptica. Además, en el hueco del axón hay unas "pequeñas bolsitas" (cuyo nombre correcto sería "vesículas") llenas de unas sustancias llamadas neurotransmisores.
Cuando el impulso nervioso alcanza el extremo del axón, las vesículas se rompen, liberando así los neurotransmisores a la brecha sináptica. Una vez liberados, se unen a la membrana de la dendrita contigua. Así es como se produce la transmisión de un impulso nervioso. Sin embargo, dependiendo de la frecuencia e intensidad del impulso nervioso y de los tipos de neurotransmisores, estos pueden llegar a atravesar la sinapsis o no.
El sistema nervioso se encarga de recibir procesar y responder a la información que llega al organismo.
Sin embargo, esa no es su única función, sino que también lleva a cabo otras como la coordinación del funcionamiento de todos los órganos y la realización de las funciones intelectuales y mentales. Además, también se encarga de los sentimientos y las emociones.
Dentro del sistema nervioso se distinguen el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico.

El sistema nervioso central
El sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal, y se encarga de centralizar la información que llega del exterior y elaborar una respuesta a los mismos.
Como se dijo al principio de este tema, las neuronas son las unidades estructurales y funcionales del sistema nervioso. Para constituir este sistema, las neuronas forman dos tipos de tejidos: la sustancia gris y la sustancia blanca.
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La sustancia gris está formada por cuerpos neuronales y dendritas.
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La sustancia blanca está compuesta por axones y otras prolongaciones neuronales, cubiertas de mielina.
Las estructuras que componen el sistema nervioso central son tan frágiles como importantes. Por eso, deben estar protegidas.
Los componentes del sistema nervioso están protegidos por huesos, siendo estos el cráneo y la columna vertebral, que protegen el encéfalo y la médula espinal respectivamente. Además, entre estos huesos y los órganos nerviosos se encuentran tres membranas: la duramadre, la aracnoides y la piamadre (ordenadas de más a menos externa). A su vez, entre todas ellas se encuentra el líquido cefalorraquídeo, cuya función es amortiguar el efecto de los golpes en los órganos nerviosos.
LA MÉDULA ESPINAL
La médula espinal se encuentra en el interior del canal formado por la columna vertebral. En ella se encuentran la sustancia blanca y la gris. Esta última, aparte de tener una característica forma de mariposa, presenta un conducto en el que se aloja el líquido cefalorraquídeo. Este conducto recorre la columna verticalmente y recibe el nombre de epéndimo.
La médula espinal se encarga de realizar los actos reflejos, que son respuestas a estímulos tan rápidas que el impulso no pasa por el cerebro. Por otro lado, aunque esta vez contando con la participación del cerebro, envía impulsos desde los órganos receptores al mismo, donde se elabora una respuesta, y desde él los conduce hasta los órganos efectores.


EL ENCÉFALO
El encéfalo está protegido por el cráneo, y en él se pueden distinguir las siguientes partes:
Bulbo raquídeo: El bulbo raquídeo es una prolongación de la médula espinal y, al igual que la mayoría de componentes del sistema nervioso, tiene zonas de sustancia gris rodeadas de sustancia blanca. Por su interior pasan las vías nerviosas que procedentes de la médula (ascendentes) y del cerebro (descendentes). La movilidad de cada lado del cuerpo es controlada por el hemisferio opuesto del cerebro (es decir, el hemisferio izquierdo controla el lado derecho y viceversa) debido a que estas vías se cruzan. Además, como el bulbo raquídeo forma parte del sistema nervioso autónomo, también controla algunas de las funciones corporales, como ya explicaré más adelante.
Tronco cerebral: El tronco cerebral se encuentra situado entre el bulbo raquídeo y el cerebro, debajo del tálamo. Aparte de controlar algunas de las funciones del organismo, el tronco cerebral selecciona los estímulos que deben pasar o no al cerebro. Una de las partes que lo compone es el hipotálamo, que a su vez está conectado a una glándula llamada hipófisis. El hipotálamo es el encargado de controlar a esta glándula, y esta se encarga de segregar hormonas que regulan la actividad del organismo, como podrás observar en el tema del sistema endocrino.

Cerebelo: El cerebelo también recibe el nombre de "árbol de la vida" por el aspecto ramificado de la sustancia blanca de su interior. Está situado en la parte posterior del encéfalo y sus funciones están relacionadas con el equilibrio; tanto de recibir y procesar la información enviada por el oído, como de coordinar los músculos para mantener el mismo. Además, el cerebelo es el responsable de lo que comúnmente llamamos "coordinación", ya que otra de sus funciones es coordinar las órdenes enviadas por el cerebro al aparato locomotor para una mayor precisión del movimiento. Si esto no se hiciera, sería prácticamente imposible realizar actividades en las que intervengan varios músculos distintos.
Cerebro: El cerebro es la parte de mayor tamaño del encéfalo, y pesa aproximadamente 1,2kg. Su zona exterior está compuesta por sustancia gris, y forma el córtex (o corteza) cerebral, que es el responsable del pensamiento, la toma de decisiones y la imaginación, entre otras muchas cosas. La sustancia blanca se encuentra en el interior del cerebro.

Ya que hemos tocado del tema del córtex cerebral, me gustaría mencionar que, con sus dos milímetros de grosor, la corteza cerebral de las personas es de mucho mayor tamaño que la de un organismo de cualquier otra especie.
Debido a la gran extensión del córtex de las personas, este presenta una serie de pliegues que le permiten ajustarse al espacio de la caja craneal. Estos pliegues reciben el nombre de circunvoluciones y de cisuras. Las primeras son las más numerosas y de poca profundidad, mientras que las otras son más profundas y no tan abundantes. Estos pliegues delimitan las zonas del cerebro que se conocen como lóbulos, y estos reciben su nombre dependiendo de su ubicación en el cráneo, por el hueso bajo el que se encuentren (parietal, frontal, occipital o temporal).
Justo en la mitad del cerebro hay una cisura muy importante, ya que lo divide en dos hemisferios conectados por una pieza de sustancia blanca llamada cuerpo calloso.
Se dice que el hemisferio izquierdo realiza las funciones relacionadas con la lógica y el análisis, mientras que el derecho es el que se encarga de la creatividad y la intuición.
Cada parte del cerebro se encarga de llevar a cabo una función específica, como se puede observar en el siguiente dibujo:

Por lo tanto, un resumen superficial de las funciones del cerebro sería:
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Recibir información de los órganos sensoriales (exceptuando las relacionadas con el equilibrio, esas las recibe el cerebelo).
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Provocar sensaciones relacionadas con la información recibida.
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Procesar dicha información.
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Crear respuestas a la misma.
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Hacer funcionar coordinadamente todas las partes del sistema nervioso.
Además, nuestro cerebro se diferencia del de otras especies en las llamadas "funciones nerviosas superiores", entre las que se comprenden la consciencia, el lenguaje y la voluntad, entre otras.
El sistema nervioso periférico
El sistema nervioso periférico está compuesto por los nervios que parten de la médula espinal y del encéfalo, y están conectados a órganos y tejidos. Dichos nervios pueden ser de tres tipos: sensitivos (transmiten la información desde los órganos sensoriales), motores (envían órdenes a los órganos efectores) o mixtos (con axones sensitivos y motores).
Dependiendo de las funciones que llevan a cabo, el sistema nervioso periférico se divide en somático y autónomo.
SISTEMA NERVIOSO SOMÁTICO
El sistema nervioso somático conecta los receptores de los órganos sensoriales con la médula y el encéfalo (sistema nervioso central). A su vez, conecta a estos últimos con los músculos del aparato locomotor.
Por lo tanto, el sistema nervioso somático se encarga de recibir estímulos externos y de la posición del cuerpo y ordenar la contracción de los músculos voluntarios.
Dependiendo de su conexión con el sistema nervioso central, los nervios del sistema nervioso somático pueden ser craneales o raquídeos.
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NERVIOS CRANEALES: Conectados al encéfalo (tanto de entrada como de salida). Son doce pares, los hay de los tres tipos citados anteriormente, y también se pueden observar ganglios nerviosos (agrupaciones de cuerpos neuronales). Estos se conectan a zonas de la cabeza, a partes la zona superior del tronco y a algunos órganos internos. Algunos también se incluyen en el sistema nervioso autónomo.
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NERVIOS RAQUÍDEOS: 31 pares de nervios mixtos que salen de la médula espinal con dos raíces, que eventualmente se unen para formar un cordón nervioso. La raíz posterior es la entrada de las neuronas sensitivas, mientras que la anterior es la salida de las neuronas motoras.
SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
El sistema nervioso autónomo se ocupa de llevar a cabo las funciones involuntarias del organismo (por eso, también recibe el nombre de sistema nervioso involuntario o neurovegetativo). Los nervios de este sistema se localizan en la zona gris de la médula espinal, el bulbo raquídeo y el hipotálamo, y están conectados a los distintos órganos del cuerpo.
Hay dos tipos de sistema nervioso autónomo: simpático y parasimpático. Sus actividades son opuestas entre sí.
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La función del sistema nervioso simpático es activar los órganos, sobre todo en situaciones en las que se produce un estado de alerta, para que estos funcionen más intensamente.
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El sistema nervioso parasimpático ralentiza el funcionamiento de la mayoría de los órganos, sobre todo en estados de relajación y reposo.
En la siguiente tabla se muestra una comparación de las funciones de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.

Finalmente, ahora que hemos hablado de todo el sistema nervioso, podemos sacar en claro que hay dos tipos de actos nerviosos:
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Los actos reflejos que, como ya dije anteriormente en este tema, se producen sin la participación del cerebro. Estos son necesarios cuando el organismo debe elaborar una respuesta más rápida de lo habitual. Esto se produce, por ejemplo, cuando pones la mano sobre fuego o una superficie muy caliente: el organismo la retira inmediatamente para evitar lesiones graves. En los actos reflejos intervienen los tres tipos de neuronas y solo llegan hasta la médula espinal.
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Los actos voluntarios son mucho más complejos, y en ellos interviene la corteza cerebral y la información recibida de los órganos sensoriales.